Can Planas

Casa Rural Can Planas es el lugar ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad del Baix Empordà. Ubicada en un entorno precioso, rodeada de naturaleza y campos, esta masía combina a la perfección el encanto rústico con todas las comodidades necesarias para una estancia agradable. Las habitaciones son amplias, acogedoras y muy bien cuidadas, con una decoración que respeta el estilo tradicional de la zona. Las zonas comunes, como el jardín y la piscina, están impecables y permiten relajarse mientras se disfruta del paisaje. Además, los propietarios son encantadores y atentos, siempre dispuestos a recomendar actividades y rincones especiales para visitar en los alrededores. La ubicación es excelente, a pocos minutos de pueblos con mucho encanto como Peratallada y Pals, y también cerca de las mejores playas de la Costa Brava. Es un sitio perfecto tanto para una escapada en pareja como para un plan en familia o con amigos. Sin duda, repetiremos. ¡Totalmente recomendable!

Can Planas, un resort rural en El Ampurdán !!! Con magníficas instalaciones; apartamentos completos para todas las necesidades, limpios y bien provistos de todo lo necesario, en un emplazamiento ideal e inmejorable para disfrutar tanto de la costa como del interior. Especial mención a la simpatía y atención de los propietarios que lo gestionan personalmente, atentos siempre a satisfacer cualquier necesidad. Sin lugar a dudas, un 5 estrellas !!

El sitio es inmejorable. Lugar tranquilo en pleno Baix Emporda. Los alojamientos están super limpios, renovados y equipados. Decorados con todo detalle. Los propietarios son muy hospitalarios y siempre atentos a las necesidades. Sin dudarlo, volveremos!

Excelente trato por parte de los caseros, una ubicación de ensueño, las instalaciones súper agradables y las habitaciones en perfectas condiciones. Repetiremos!

Mis amigos y yo NO tuvimos una buena experiencia en este lugar. Es súper lindo, cada casa con su piscina, está bien equipado... Pero la primera noche no pudimos dormir debido a que la cama de una de las habitaciones estaba llena de unos insectos minúsculos que generaban ardor y picazón. Tuvimos que pedir sábanas nuevas a horas de la madrugada, lo cual no hubiera sido tan terrible si no fuera porque se nos insinuó que los bichos los habíamos traído nosotros. Me pareció una falta de respeto: si tienes un problema en la casa que alquilas, llamate al silencio con humildad, acepta que algo en tu casa falló, no le eches la culpa al huésped! La otra habitación tenía 2 camas de 1 plaza unidas para simular una cama de 2 plazas (por supuesto, 1 solo juego de sábanas. Un juego de dos plazas). Era muy incómodo, deberían comprar una cama de dos plazas, o separar esas comas y asumir que tienen dos camas individuales, no una doble. El segundo día el dueño fue un poco grosero en las maneras de contestarle a mi amiga. Además estaban constantemente mirando lo que hacíamos, como si tuvieran miedo de que rompamos algo, siendo adultos... Esa noche NOS APAGARON el aire acondicionado. Pensamos que se había roto, pero no, aparentemente lo controlan los dueños. Pleno verano, morimos de calor. En fin, lindo lugar, pero la experiencia no grata. El servicio debería mejorar.