Hotel Balneari Prats

Si no se llamara balneario no tendría ninguna queja del hotel, pero yo de un balneario no espero una piscina climatizada con un cemtro de bienestar. Una piscina más bien pequeña con niños con juguetes no es lo mejor para relajarse. Todo ésto lo encuentro en cualquier hotel.

Piscina termal exterior a veces se queda pequeña con las puntas de gente/grupos. Comida bien elaborada pero faltaría más variedad,solo 3 primeros y3 segundos. Los postres muy buenos. Las habitaciones ala sobre restaurante muy bien, cama extra grande

Lugar donde se respira tranquilidad. Personal muy atento y agradable. Muy recomendable para alojarse después de una ruta en bicicleta, el hotel dispone de una zona "bikefriendly" extraordinaria, con herramientas, compresor para hinchar las ruedas (doble válvula), también se le puede poner el accesorio de aire a presión y además hay una zona para limpiar la bicicleta. Por ponerle un pequeño pero, tal y como indica en su web la habitación que me dieron no estaba reformada, pero tenía lo necesario.

Ayer sábado día 6 de Abril mi mujer me obsequió con un tratamiento de fangoterapia de arcilla. Lo que parecía iba a ser una experiencia relajante, resultó ser bastante estresante. Una vez se nos aplicó el barro en todo el cuerpo y envueltos en una sábana, nos informaron que tendríamos 20 min de relax en dicha sala cubiertos por una toalla (para no coger frío) dejando que el fango hiciera su efecto. No habían pasado ni 5 min cuando abrieron la puerta de la sala y un miembro del personal del Balneario se puso a partir placas de barro a un escaso metro de nosotros con el consiguiente molesto ruido. Además, al dejar la puerta de la sala abierta, entraba aire frío y se oían todas las conversaciones del exterior. Esta situación duró más de 10 minutos de los 20 que estuvimos envueltos en la sábana. Al acabar el tratamiento comentamos dicha situación a la Sra. Marta que estaba en la recepción del Balneario, a lo cuál ella nos contestó que dicha situación era imposible porqué, en el momento qué hicimos nuestro tratamiento, todo el personal del centro estaba impartiendo otros tratamientos. En fin, en vez de aceptar el error, nos miró con cara de incredulidad. Sin duda alguna no volveremos NUNCA más al Balneario Prats de Caldes de Malavella.

Fuimos un grupo de varias amigas a pasar un día, sin dormir. He hecho la reserva con el Dani y luego hablamos con su compañera. Y los dos muy amables y profesionales. Los tratamientos que hemos hecho, todos hemos estado muy contentos. Sobre todo el masaje de cuatro manos. La piscina interior, es pequeña pero no havia mucha gente en el hotel, este día y estaba muy bien. Medio día comimos en el restaurante. Fin de semana, menú de 26€. Todo lo que hemos comido, estaba muy sabroso y bien presentado. Hay parquing gratuito, dentro del recinto hostelero. Muy buena experiencia. Volveremos.